IU denuncia que un propietario que pagaba 155 euros en 2003 abonará 568 en 2013

El ejemplo es una vivienda de protección oficial de 80 metros cuadrados situada en un barrio popular de la capital. Su propietario pagaba en 2003 un recibo de 155 euros de Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Dentro de un par de años, es decir, en 2013, le tocará pagar 568, según el cálculo realizado por el grupo de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Madrid a partir de un caso real y de las proyecciones que resultan de la revisión catastral de este año y de las medidas decretadas recientemente por el Gobierno central.

En 2003, año en que Alberto Ruiz-Gallardón llegó a la alcaldía, el tipo impositivo del IBI era del 0,512. Desde 2009 ya es del 0,581. El Ayuntamiento no tiene previsto subirlo hasta 2013, pero tampoco lo ha bajado ahora que la revisión del valor catastral de las viviendas ha disparado su precio. El incremento varía entre el 32% de Vicálvaro y el 117% del distrito Centro.

El portavoz de IU en el área de Hacienda en el Consistorio de Madrid, Jorge García Castaño, responsabiliza de parte del incremento al "ataque a la autonomía municipal" que supone "la subida por decreto dictada por el Gobierno central una vez aprobadas ya por el Ayuntamiento sus ordenanzas fiscales y sus presupuestos". García Castaño asegura que "con esta medida, el equipo de Gobierno vuelve a subir los impuestos pero sin responsabilidad política al escudarse en un decreto de la Administración central".

El concejal de IU recuerda que "si era necesaria una subida del IBI el lugar para debatirla es el propio Ayuntamiento". El grupo municipal de izquierdas tiene previsto presentar iniciativas "que obliguen a que se debata en comisión y pleno", añade García Castaño. "Entendemos que el Gobierno central tenía muchas opciones para aliviar la situación; desde permitir que se refinancie la deuda de los ayuntamientos o compensar las exenciones fiscales que dependen de sus decisiones, hasta haber iniciado una reforma seria de la Ley de Haciendas Locales", concluye el edil.

El País