Vecinos del edificio sito en la calle Ónice números 3 y 5, se oponen a la decisión de la propiedad, Inmobiliaria LARCOVI, de solicitar  la instalación de una estación base de telefonía móvil en la cubierta del edificio.

Los vecinos alegan indefesión, ya que ni siquiera se ha notificado a los afectados dicho proyecto, por no ser propietarios, dejandoles sin posibilidad de alegar ante el ayuntamiento. Asimismo informan que los vecinos del edificio colindante (numero 1) también se oponen a dicha instalación.

Según los afectados, "el efecto directo que produce la instalación, es el derivado de la propia antena de telefonía, y que a simple vista no se percibe. Las señales que emite la antena se denominan ondas electromagnéticas. Estas ondas no se ven, no se huelen, son invisibles y se desplazan por el espacio sin necesidad de cable ni soporte material alguno, penetran fácilmente en edificios y personas. La potencia de estas ondas electromagnéticas va disminuyendo conforme se van alejando de la antena, alrededor de la cual se producen los niveles más altos de emisión.Estas ondas que son fácilmente absorbidas por el cuerpo humano, producen unos determinados efectos biológicos. El problema se plantea con las exposiciones a largo plazo ¿ qué sucede cuando una persona vive, duerme, trabaja, juega o estudia, mes tras mes, año tras año, cerca de una antena de telefónica móvil?. Los daños físicos, morales o psíquicos, que puedan producir a las personas, y sobre todo a las más vulnerables como a enfermos y niños es algo constatable."

Recuerdan que en un radio de entre 300 y 500 metros se verán afectados el Centro Tirso de Molina, a menos de 100 metros, y varias guarderías y edificios en la zona.