La Asociación de Vecinos Nido Sur ha alertado de que bandas organizadas están ocupando pisos vacíos de los que han sido desahuciados sus antiguos propietarios, aprovechando la falta de control de las entidades financieras sobre estos inmuebles.

En concreto, según explicó a Servimedia el presidente de esta asociación, que representa a vecinos del entorno de la plaza de Legazpi, Juan José Fuentetaja, se han detectado ya una decena de casos en el llamado ‘pico del pañuelo’, el conjunto de callejuelas comprendidas entre la calle Guillermo de Osma y los paseos de Delicias y La Chopera.

“Es un papelón para las comunidades de vecinos”, afirma Fuentetaja, que explica que en esos pisos los 'okupantes' hacen mucho ruido por las noches, cuando están continuamente entrando y saliendo de los inmuebles.

Además, al tratarse de domicilios en los que no hay corriente eléctrica, los okupas conectan un cable al contador de los vecinos para aprovechar su suministro o generan goteras de las que nadie se hace cargo.

Por ello, Nita García, vocal de la asociación y vecina del ‘pico del pañuelo’, alerta de la “indefensión” que sufren esas comunidades, ya que ni las entidades financieras propietarias de los pisos, ni la policía ni los juzgados intervienen.

“Nadie quiere mojarse y los vecinos son los que pagan los platos rotos porque al banco le importa tres pepinos lo que pase en el piso, ya que solo piensan en venderlo algún día”, sentencia García.

“El Gobierno debería sacar una ley que permita actuar cuando surge un problema de este tipo”, considera esta vecina, que lamenta que “al que le toca algo así lo lleva crudo”.

Por su parte, Fuentetaja explica que estas 'okupaciones' se vienen produciendo desde hace aproximadamente un año y que los okupas llegan a los edificios pocos días después de los desahucios.

Según su punto de vista, esta premura revela que existen bandas organizadas detrás de estas acciones, ya que obtienen la información sobre los desahucios de fuentes públicas, como el Boletín Oficial de laComunidad de Madrid.

“Que el drama de los desahucios pase a esta situación es de auténtica vergüenza”, prosigue Fuentetaja, quien denuncia también que a veces los bancos no pagan la comunidad ni las derramas.

(SERVIMEDIA)

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