El avance del Plan de Urbanismo en Madrid convierte todo el área junto a la antigua estación de Delicias (Arganzuela), anteriormente destinada a equipamientos para el barrio y la ciudad, en un ámbito de ‘regulación diferida’. Esto quiere decir que se congela la utilización de estos terrenos que ya estaban destinados en un uso dotacional a un planeamiento posterior, en el que además se pretende contemplar la actividad económica privada. Con esta ‘regulación diferida’, el Ayuntamiento destina “los peores suelos o las sobras urbanísticas para los servicios públicos y reserva los terrenos con mejores condiciones a otros proyectos urbanos si no a futuros negocios privados”, denuncian desde la Asociación de Vecinos Nudo Sur.