Cobra más que Rajoy por presidir un órgano que cada vez tiene menos competencias y responsabilidad, por dedicar sólo una parte de su tiempo al distrito de Arganzuela y sus vecinos (es también diputada en el Congreso), y por no haber cumplido con ninguna de las promesas hechas a los vecinos: sólo 85.232 euros anuales de nada. Así que si os dicen que no hay dinero para abordar algo necesario, ya sabéis dónde está.
EL CONFIDENCIAL 11-04-2014
Reciben un 35% como ediles que del congreso
Dos concejalas de Madrid rechazan cobrar como diputadas para ganar más que Rajoy
La Ley Orgánica del Régimen Electoral General permite acumular varios cargos públicos, pero sólo un sueldo y, aunque parezca increíble, hay concejales que cobran más por la labor que desempeñan en el ayuntamiento que por trabajar en el Congreso de los Diputados. Es el caso de las populares Eva Durán yMaría del Carmen Rodríguez Flores, dos ediles del Ayuntamiento de Madrid que compatibilizan su puesto en el consistorio madrileño con un acta en la Cámara Baja. De los 30 diputados que, además, también son concejales o alcaldes en sus respectivos municipios, solo ellas dos han renunciado al sueldo de la Cámara para quedarse con el del Consistorio. La razón responde a una cuestión puramente económica: la nómina municipal es entre 15.000 y 30.000 euros superior a la que les correspondería por su labor en el Parlamento.
Rodríguez Flores es concejala-presidenta del ayuntamiento por el distrito de Arganzuela, un cargo por el que percibe 85.232 euros brutos anuales, según la tabla salarial aprobada por el Pleno madrileño. Si se hubiera quedado con el sueldo de parlamentaria, al ser una diputada de base, no percibiría ningún complemento, por lo que su salario habría rondado los 56.000 euros brutos al año. Además, la indemnización por los gastos que genera su actividad, al ser diputada por Madrid, es mucho más baja (870 euros) que el que se le abona a los diputados de circunscripciones distintas a las de la capital, que reciben 1.823 euros al mes.
Su compañera Durán, elegida diputada en las últimas elecciones generales, hizo la misma elección, a pesar de que ella sí ocupa una vicepresidencia en la Comisión de Empleo y Seguridad Social, por lo que le corresponde un complemento de 1.046 euros para gastos de representación. Sin embargo, la nómina sigue siendo más escasa: unos 70.000 euros, unos 15.000 euros menos que lo que cobra en el consistorio por ser concejala-presidenta del distrito del Puente de Vallecas.
La ley orgánica que trata el tema de las incompatibilidades de cargos públicos reconoce que sí se puede ser, por ejemplo, concejal y diputado en el Parlamento nacional, pero prohíbe que un diputado de la Cámara Baja pueda serlo en un Parlamento regional. Los diputados deben elegir un sueldo, el que ellos prefieran, pero la ley no dice nada de las dietas. De hecho, estas son irrenunciables y están exentas de tributación, no se declaran a Hacienda, por lo que los ciudadanos reprochan que es un agravio comparativo.
Siete alcaldes-diputados
Siete alcaldes ocupan un sillón en el Congreso de los Diputados, y todos cobran por ser parte de la Cámara Baja. La parte variable, los pluses que perciben por su otro cargo público, varía en función de la persona y el ayuntamiento. Los hay que no reciben ni un sólo céntimo de las arcas municipales, aunque presidan todos los plenos y las comisiones que se celebren en sus respectivos consistorios. Es el caso de María Jesús Bonilla, la alcaldesa de Tarancón;Marc Solsona, su homóloga en Mollerussa (Lérida), y Joaquín Villanova,alcalde de Alhaurín de la Torre (Málaga), según consta en la declaración de bienes que han presentado en la Cámara Baja.
Hay otros cuatro alcaldes que renunciaron a una nómina fija y sólo cobran las dietas por asistir a los órganos colegiados que les corresponde como primer edil de sus respectivos municipios, que varía en función de lo que se acuerde en el Pleno municipal. Es el caso de Juan Antonio Abad, alcalde de Arnedo (La Rioja); Pablo García Pérez, alcalde de Alborote (Granada), la gaditana Teófila Martínez y Rosa Romero, alcaldesa de Ciudad Real, que hace dos semanas reconocía sin tapujos en una entrevista con El Confidencial que “sobran muchos políticos en muchos sitios”.
Concejales que trabajan ‘por amor al arte’
Cada diputado o senador cobra 2.813,87 euros mensuales, más lo que recibe por dietas, que son 1.823 euros para los diputados de circunscripciones distintas a las de Madrid y 870 para los electos por Madrid. También cobran suplementos por ocupar funciones dentro del Congreso o el Senado. Ser vocal o portavoz en comisiones, casi mil euros más. Presidir una comisión parlamentaria, 1.500 euros más mensuales, por lo que la nómina media de un diputado de fuera de Madrid supera los 5.500 euros brutos al mes.
Además de las dos concejalas de Madrid que renunciaron al sueldo de diputadas, hay otros 21 ediles que acuden semanalmente a la Cámara Baja y han optado por quedarse con la nómina de parlamentario. Todos, además, cobran dietas de sus respectivos ayuntamientos cuando acuden a un pleno o a una comisión, excepto seis casos en los que los concejales trabajan ‘por amor al arte’. Los concejales-diputados más humildes son Feliu-Joan Guillaumes, de Mollet del Vallès (Barcelona); María Piedra Jiménez, de Campanario (Badajoz); Manuel Mora, de Benasque (Huesca); Irene Moreno, de Hellín (Albacete) y las dos concejalas del Ayuntamiento de Guadalajara,Magdalena Valerio y Encarnación Jiménez.
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